En mis sueños yo te siento,
te enamoro, te contemplo, te acaricio,
...me convierto en un sumiso.
son tus labios los que muerdo...
Son tus labios mi deseo.
A ellos beso con delirio,
con antojo,
con deseos de tenerlos...
Son tus senos mi locura,
mi tormento desmedido,
mi deseo de morderlos,
que me mata con pasiones...
De ellos lamo su dulzura,
y me pierdo en la ternura
de tus frases y gemidos,
de tus besos y caricias...
Son tus muslos abrazados
a mi espalda, que me atraen,
me reclaman
y me llenan de esperanza...
Y me pierdo en la lujuria
de tenerte, de comerte...
de fundirme con tu cuerpo
con el suave movimiento de caderas
De sudores que se mezclan,
con olores que perfuman
y se quedan impregnados,
en lo blanco de mi lecho...
En mis sueños yo te siento
tan real y tan adentro,
que en mi cuerpo quedan huellas
que descubro, cada vez cuando despierto.
te enamoro, te contemplo, te acaricio,
...me convierto en un sumiso.
son tus labios los que muerdo...
Son tus labios mi deseo.
A ellos beso con delirio,
con antojo,
con deseos de tenerlos...
Son tus senos mi locura,
mi tormento desmedido,
mi deseo de morderlos,
que me mata con pasiones...
De ellos lamo su dulzura,
y me pierdo en la ternura
de tus frases y gemidos,
de tus besos y caricias...
Son tus muslos abrazados
a mi espalda, que me atraen,
me reclaman
y me llenan de esperanza...
Y me pierdo en la lujuria
de tenerte, de comerte...
de fundirme con tu cuerpo
con el suave movimiento de caderas
De sudores que se mezclan,
con olores que perfuman
y se quedan impregnados,
en lo blanco de mi lecho...
En mis sueños yo te siento
tan real y tan adentro,
que en mi cuerpo quedan huellas
que descubro, cada vez cuando despierto.
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(R) 1999, Armando Maronese
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