miércoles, 14 de enero de 2009

El mar, las olas, la noche


El mar, las olas, la noche ¿Recuerdas? Dios te guarde mi vida. Sólo Él sabe la grandeza de lo que siento hacia ti. Te amo tanto que deseo cuidarte. Cuidarte para mí. Cuidarte para nosotros dos. Te siento como algo precioso, invalorable, como lo más hermoso que me pudo deparar la vida.

No sé. No sé que palabras poner para explicar lo que siento. Sólo sé que este amor tan grande que siento hacia ti, me hace doler. Pero es un dolor que me produce placer. Duele, pero me siento bien. Me siento grande pensando en nosotros.

Ayúdame vida para explicarlo. Quizás tu tengas las palabras más precisas para ello. En este momento tengo un dolor porque te pienso y no te tengo a mi lado. Además, me juegan los celos. No te rías, pero es la verdad.

Esta tarde estaba pensando, cuando miraba el mar, que caminábamos tomados de la mano por la costanera y luego bajábamos a la playa y nuestros pies descalzos se hundían en la arena donde morían las olas. Jugábamos como dos jóvenes enamorados, pues así nos sentíamos. Siento una fuerza inmensa dentro de mí que quiere salir, pero no la dejo. Quiero que tu abras la puerta para que esa fuerza salga y te abrace, te ame, te bese. Yo luego me encargaré de hablarte suavemente al oído y de besarte en tus labios temblorosos y en tu cuello. Labios temblorosos que esperan recibir mi beso lleno de mis sentimientos, como los míos esperan los tuyos.

Cuan grande es lo que siento. Escribo y las palabras salen a borbotones de mi mente, pero no puedo explicar con palabras precisas como es mi amor hacia ti. Sólo sé que me duele, pero me agrada.

¿Cuántas veces ya te lo he dicho? Pues sí, te amo, pues eres mi todo. Ya, a esta altura, no podré vivir sin ti.

Mira la casita que enfrenta al mar... la que soñamos. Oye la melodía. Ya la tengo dentro de mí y la tatareo a cada momento. Miro la casa y nos imagino a nosotros dos dentro de ella, amándonos.

Piensa en mí querida. Piensa fuerte en mí, pues yo lo hago contigo. El solo pensar en ti me eleva. Me eleva de tal manera que me hace sentir bien, grande y fuerte.

Quiero abrazarte... aprisionarte entre mis brazos. Mirarte a los ojos y ver que me dicen. Luego te besaré... suave, apasionado, jugando con nuestras lenguas... como te agrada.

Nunca olvides lo que siento. En este momento me late fuerte el corazón...

© 2008, Armando Maronese
Sábado, 06 de diciembre de 2008

No hay comentarios: